America Comparini Salas es una poeta de clara posición frente a la vida, la encara tal como es, y es así como su defensa de los derechos de la mujer siempre están en su mente y en su obra. Y su verso se empapa de dolor cuando una de sus defendidas parte hacia un camino sin regreso:
ELEGIA A UNA PEQUEÑA BAILARINA
Con amor
a Catalina Miranda, que a los 23 años,
casnada de vivir apagó su vida
Por la selva humana
encandilada de tristezas
la desesperanza adherida a la piel
deambula una muchacha arrastrando soledad
El viento premonitorio
arremolina lamentos
Disfrazado de invernales hojas
en vertiginosa danza grita:
¡No!
¡Catalina No!
Las bailarinas como tú
sólo ejecutan danzas
que son himnos de alegría
y como pequeñas gacelas
dibujan arabescos
con aladas zapatillas
Pero nunca rasgan sus vidas
en plena primavera.
América Comparini se retuerce de angustia y desespero ante la injusticia del mundo con la gente desposeída.
Defiende con toda su energía los derechos de la mujer, también ataca a los sembradores del hambre, la miseria, la injusticia, aquellos que impiden paz y libertad. Aquellos infames que se nutren con el esfuerzo del pueblo para enriquecerse sin parar, y dejan a obreras y obreros en la intemperie, sin pan ni sol...
Pero también hay momentos duros cuando la poeta parece decaer ante tanta turbulencia y al no ver un sendero claro y
duradero en el que mujeres, niños y hombres, puedan vivir con la tranquilidad del que nada tiene, entonces, surge en ella cierto abandono:
Sujétame el alma madre
no puedo sola con los dolores
del mundo
calmar el hambre o hacer justicia
Sujétame el alma madre
o mejor abre tus piernas
la marchita flor de tu vagina
Déjame penetrar en cuenta regresiva
para acunarme en tus entrañas
Luego cuando sientas mis latidos
ni por un segundo te conmueva la ternura
y brinca con todas las iras contenidas
para que en cada salto
fluya por tus muslos
mi sangre diluida.
Desgarrante, hay un deseo de romper todos los cristales, caminar por la senda de los olvidos; pero no, ella no es de las que se desmayan ante la adversidad, si cae, se levanta y esgrime sus renovadas esperanzas en un amanecer pleno de
renovadas luces. Es la grandeza indudable de la Mujer. Es el sueño inviolable de la Poeta.
AMERICA COMPARINI SALAS
2 comentarios:
Carlos: gracias por tus palabras, me encontré por casulidad con este blog tuyo que no conocía. Gracias por entender mi alma , reflejada en la poesia. Un abrazo.
No tienes que agradecer nada, si estás aqui y en la antología en preparación es porque en verdad te lo mereces. Tú sabes que no soy muy
blando para comentar y no me dejo llevat por la amistad. Lo tuyo es bueno, a veces sobrecogedor y de una verdad irrefutable...
Te elijo por calidad.
Publicar un comentario