TATIANA AGUILERA ÑUÑOZ
ERCILLA ME SABE A LLUVIA....
Constante, otra vez
la lluvia,
los pétalos de locura,
la carne extraviada de la cordura.
Otra vez
manos breves buscando
la vaguada más cercana,
garganta que liberta Ercilla.
(Lo que busca este caer de efímeras perlas
está en el aroma de la tierra,
en el viento,
boca nostálgica de los yuyos ).
Los bosques apiadándose
del llanto de los nubarrones
inhalando de su respiro
muerde hierbas,
desgarra sus raíces,
aguarda
la claridad de los canelos.
(Tras la furia de su enfado
ruidosa en quejidos de hojas
acechando en ojo y pestaña.
Ercilla me sabe a barro
espesura, frontera,.....
sonidos de agua, ...siempre a lluvia).
Y proclamando su bautizo
la tierra se estremece
aceptando una ostia sagrada
en la dulzura del vientre.
Ercilla me aguarda:
hay luz en sus entrañas....
2 comentarios:
Abierta a todos los caminos, la autora no tiene un tema determinado vaciar sus oropeles. Sabe que para un gran valor -como ella lo es- no hay tema que no pueda abordar. Estamos, pues, frente a una poeta de
infinitos alcances...
Ercilla es la tierra de mi madre y, me sabe a tanto, que de tanto que me sabe, la llevo en el pensamiento.
Un abrazo para ti.
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