Salmo por la salud de un amigo
a A. D. M.
he aquí la casa del hombre,
sus bienes son ciervos bermejos pastando entre las nubes
han ofendido su luz
herido por la niebla
dejaron en su alma olores ocres
perseguido
por una jauría de oscuros designios
ratas humanas
han injuriado sus pasos
hasta sacarle enrojecidos llantos
pero hoy -enfermo para regocijo de quienes le odian-
nuestro hermano confía
en las invisibles manos de la Justicia Universal
nada teme
tiene la sabiduría de los árboles petrificados
y el sagrado vuelo
de los pájaros al atardecer
aunque sus enemigos le muerden la mirada
él avanza entre hienas y alimañas
sabe que las bestias disfrazadas de hombres
han de pisar el polvo
en que se convertirán
hemos puesto la fe en la esencia frutal del universo
para que vuelva a erguirse
como el faro que siempre ha sido..
sea
Carlos Ordenes Pincheira
No hay comentarios:
Publicar un comentario