ANA MARÍA VIEIRA
(1945)
Ana María Vieira tiene un bien ganado prestigio como poeta a través de sus libros anteriores. En esta obra se advierte la misma destreza, la palabra justa, nunca desacertada. Ya desde “Peligros Posibles” comenzamos a notar claramente un avance en su tonalidad lírica. Hay una tristeza suave y dulce que se va transformando a poco andar en hermosa ofrenda en nombre del amor, ese amor que nunca decrece y que en cada poema surge con mayor vigor y entrega.
…En esta obra nos complace leer algunos sonetos de calidad impecable. Tiene oficio. Es poeta, sin lugar a dudas. En “El sueño de la doncella” vemos con qué soltura, con qué maestría, va cincelando cada verso:
Por la ventana ha entrado un hombre muerto,
blanca la sien y en sombra desvelado,
mientras, la luna –ciega- se ha ocultado
bajo las luces, más allá del huerto.
A la doncella toma en cuerpo abierto
y la corteja con su brazo helado.
Sueño del agua, sueño del amado
en este engaño del que todo es cierto.
El cielo entero goza y se estremece
cuando en amor disfruta que la bese.
Como una brisa queda deshojada.
Despunta el día. Ella se ha dormido.
Todo en su alcoba se ha desvanecido
menos la huella roja de una espada.
Verdaderamente asombra y alucina cómo la poeta va cincelando este soneto. Y ...sabemos de otros sonetos, de su autoría, también de calidad insuperable, como lo son los de Eliana navarro, José miguel Vicuña, María Silva Ossa, Nina Donoso y, tantos otros que, en el pasado y en el presente nos fascinan con sonetos de tan estupenda factura.
Sea esto un reconocimiento a su labor.
ANA MARÍA VIEIRA
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