REGINA VOGT
(1954)
La naturaleza conmueve con sus múltiples facetas y siempre se identifica con las
almas bellas, de elevados sueños...
Y Regina Vogt tiene belleza en su alma y sus versos son cada día más transparentes
y acertados. Ambas se parecen: una arroja dedales de agua dulce, y la otra, multiplica
sus piedras preciosas...
La poeta ha enriquecido su caminar poético de una manera sutil y eficaz...
LLUVIA TEMPRANERA
Lluvia tempranera, cuando aparezcas,
no lo hagas sobre mi almohada.
Cuando vengas,
cuenta los minutos esparcidos sin retorno.
Cuando llegues
llorarás y nadie
secará tus lágrimas celestes.
Rueda por el empedrado
deslizando húmedos recuerdos
en los muros de helechos.
En un canto de profundidades
vuelca tu alma;
siembras con cristales la dormida frente
sobre tierra ávida de llanto.
Cuando llueves,
vierte tornasoles
en el techo entumecido de los pasos.
Roza con la melodía más antigua
las veredas de mi pensamiento.
Abandona quietudes en el sendero,
apacigua con tus claros dedos
el dolor en las heridas
de mi puerta...
INFANCIA
Cuando el mundo es nuevo,
la tierra huele a lluvia
y encanto.
Gotas que deslumbran,
atrapan círculos de sueños,
surge una imagen
transparente.
Cuando el mundo es nuevo,
cada día nos sorprende.
Suaves telas nos envuelven
y susurran cuentos
al oído.
Mantos cogen y cubren,
nos arrullan en penumbra.
La arena sugerente
nos invita,
se amolda a los sueños,
se transforma.
Cuando el mundo es nuevo,
las piedras son joyas,
cada nube un viaje,
cada hora
una eternidad.
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