VILMA ORREGO
(1948)
Alguien se aleja más allá de las colinas, alguien que ha perdido la ternura de
un dulce corazón. Y es que la lluvia viene a rexcordar los olvidos. La ausencia es un ave cuyas alas barren hasta la última hoja grabada con un nombre...
Y cierta clase de olvido hace tambalear las iluminadas estatuas..
Vilma Orrego tiene la sabiduría de la lluvia, entiende su lenguaje entre las ramas y el viento...
CUANDO CAE LA LLUVIA
Cuando caen las hojas,
cuando caen más allá de la lluvia,
más allá.
Más allá del otoño, cuando por momentos
caen gotas, caen y caen,
el rostro de la lluvia cae más fuerte
y se doblega al pasar.
Cuando el olvido cubre
como hojarascas de lluvia,
caen tus ojos desde mis ojos
y juntos renuncian del todo
al caer.
Desde tu ausencia cae tu rostro,
se forman torrentes y te vas.
Te vas más allá de las colinas,
apenas se deshojan las hojas,
ante la lluvia, ante tu olvido,
desde mis ojos hasta la lluvia
renuncio del todo caer.
RED DE LLUVIA
Aquí me tienes
en esta madrugada
resollando ausencias y encelada,
no hay nichos que me cerquen todavía
ni pájaros guardadores de sus trinos
en la copa de los naranjos deshollados.
Impura, candente mi alma, camina
en desvelos por azahares del invierno.
Va cayendo hacia esa red de lluvia
sobre el tejado colonial.
EL HOMBRE DE LLUVIA
El hombre de lluvia, lluvia
pasada hace cinco años
irrumpe
en la nostalgia velada
dentro de una copa de vino,
su rostro emerge sin formas
entre la bruma de la cantina.
El caballero del espejo mira
con su negro sombrero endomingado,
desde el fondo del humo me guiña.
Transpuesta, en la barra, recuerdo
que nunca existió aquel hombre
ni el sombrero de ala ancha
ni sus botas cuando pisaba fuerte
siguiendo la huella de un fantasma.
Corro por la vía, atravieso el pueblo,
buscando esa lluvia, que es lluvia
pasada hace cinco años..
No hay comentarios:
Publicar un comentario