ANA ROSA BUSTAMANTE
Esa poeta no tiene reparos en señalar que sus molinos arden por los cuatro costados y es fiel a sus principios y a su propio corazón. Las palabras van brotando como de una vertiente y sus
conceptos son inalterables.
Es una poeta con oficio, con ímpetu, avanza contra todos los vientos o tempestades,y nada la
detiene alzando airosa su bandera poética.
BAJO LA LLUVIA
Le dije bajo la lluvia me encontraré
entre la bruma y el tumulto de mi pubis parchado,
rutila la luna por los páramos donde medito,
allí me desnudo y me enfrío y me hurgo,
lo espero con su sarga de otoños poderosos y flores
carcomidas que aún me encienden
entrelazadas a mi cintura generosa.
Le dije aquí me nacen las cintas al vuelo
y mis talones se entierran en el lodo,
majestuosa es mi vocación de adorarte como a un yeso
que lagrimea
bajo la lluvia,
el plácido jornal entre mis piernas que lavo en un lago
el cráter cerrado,
mi fuego respira la noche
y yo reverencio a tu ausencia
como armonía es tu boca que va lamiendo mi surcos.
La luz vaga entre las sombras y el agua se anida en la urdimbre
celosa de la tierra,
así lo espero bajo esa lluvia y el vaivén de las horas,
renueva la voracidad de mi cuerpo aunque este canto brinque
los abismos hospitalarios
hurgándome el viso duro de mi pezón,
aún espero,
el mundo arma su espectáculo y sangra por los polos,
que venga con su desnudo desparpajo de olvidar la sorna de algunos,
calla como siempre en las nieblas y la verde vera,
allí vacilo la divina hoguera que hace siglos me quemó.
Apacíguame feroz
bajo la lluvia,
la luna que no luce blancura se encela
voraz acércate a ella y la extingues
que yo aplacaré las guerras en nuestras bocas cuando
hayas encallado manso y dulce el arca
que nos guardará de las hordas.
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