RAQUEL PARADA
(1936)
La autora no tiene piedras ni agujas en su caminar. Su paso es seguro. Avanza por senderos encantados donde una golondrina bebe cielos, y, hasta una canción estremecida se apodera del alma.
Y aunque duele el amor, es suficiente unas gota de lluvia para que la luz invada su corazón....
UNA GOTA DE LLUVIA
la tarde se adormece
en mis manos abiertas
con la tibieza ingrávida
de una paz sin fronteras,
el silencio se extiende
al calor de ese fuego,
brasas mal apagadas
como antiguos recuerdos.
El pensamiento vuela
por extraños caminos,,
cruza una golondrina
los cielos de febrero,
un bolero lejano
se estremece en el alma
y hasta el amor, de pronto,
me duele allá muy dentro.
Una gota de lluvia
se asoma en la ventana...
y la paz y la noche
me envuelven por completo.
(ENTREPARËNTESIS)
La cumbre nevada semejaba un fantasma juguetón
con su sábana al viento,
persiguiendo una nube rezagada.
El olor de la tierra después de un día de lluvia
me recuerda la voz de tus manos.
….....
Soy helecho sombrío
que crece en la penumbra.
Cuando tu sonrisa florezca, yo encontraré la luz.
….......
Hoy inventé un día lluvioso
pero tibio
para regar tu piel
y mirarme a través de la ventana.
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