ÁNGELA CUEVAS V.
(1920)
La lluvia unió dos colores, dos manera de mirar cómo se desploman horizontes y se
alzan campanarios en los cielos.
Nada tiene pasaje a la eternidad y el amor es al fin un pájaro derribado por el viento
y la lluvia. Y se agotan las fuerzas para enmendar rumbos y volver a cantar...
Conocimos a la poeta Ángela Cuevas V. en Chañaral, pero ella era de Copiapó, una
dama muy agradable y cariñosa... Nunca más la vimos...
GOTAS DE AMOR Y SOLEDAD
Una gota de lluvia guió tus pasos.
Una mirada eternizó el instante.
Un brazo sosteniendo mi brazo,
dos corazones latiendo como amantes.
Loca, formé la indisoluble amarra
con la lluvia que canta en el paisaje.
Una orquesta de musgos y cigarras...
la compañía del amoroso viaje.
Pero no tomé en cuenta que la vida
nos tiene sorpresas emboscadas.
Entre piedras y cielo vi la herida
que dejó la osamenta castigada.
Mis musgos indomables están vencidos,
ni la lluvia llega a mi oscuro rincón.
Ella trajo el amor y lo he perdido.
Ya no tengo versos para otra canción.
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