VIRGINIA FARFÁN ULLOA
(1953)
Tan intenso es el amor de la poeta que pareciera no tener fin. Podrán pasar muchas
lluvias y vientos, podrá el tiempo montar un caballo de polvo morado o gris, perolas
huellas de ese persistirán...
La misma lluvia, con su escoba de cristal, no las podrá borrar.
Ni el viento con sus barbas arremolinadas.
Virginia Farfán Ulloa es la poeta del amor....
AMANECER EN MIRASOL
a Carlos Ordenes Pincheira
Caían como lluvia tus besos
en mi frente
arreciando en mis párpados
y sobre mi cuerpo
rompiendo cristales amanecidos
en mis ojos,
labrando caminos hacia la cuenca
de mi vientre.
II
Desde mi lacerado vientre
el niño que no vino
me dirige una mirada ciega
y susurra tu nombre muy despacio.
El resto de mi cuerpo
se disuelve en la lágrima
que se niega a morir
bajo la rueda del cansancio
mientras agonizo en tu recuerdo.
Una vez más la ilusión
vestida de negra mortaja
acerca su mano a mi mejilla
y me despierta a golpes.
Afuera llueve...
Las gotas lamen un suelo herido.
Y llueve sangra también en mí...
¡JAMÄS!
No bastará
que se desplomen lluvias tras lluvias
para borrar tus huellas
en este humilde barro...
Tendrás que sentarte en el dintel de tu casa
a esperar mi cortejo
bajo la lluvia.
Y así,
cuando mis huesos vuelvan a ser polvo,
sólo entonces,
¿el viento barrerá tu recuerdo?
Una gota de lluvia parece decir: ¡jamás!
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